Mentir

Si alguna vez tengo ganas de mentir, lo haré, no tienes porqué detener mis impulsos más ruines, más instintivos... porque cuando tú jugaste con lo desconocido, no detuve tus pensamientos, dejé que siguieras esas circunstancias atractivas y desconcertadas miradas que hacía aparecer la locura con la que cada día bañabas los ríos de mi patética existencia…

Nunca detuve tus inagotables manos, mientras pretendían hacer sentir a aquel ser lo que mis pupilas nunca llegaron a ver, ni en mi cama, ni en mi cuerpo, ni en mis brazos que aclamaban aquellos tormentos de placer, que exigían alguna respuesta de tu estúpido ser que vagaba en cualquier dirección, menos en la mía misma que esperaba con ansia, que yacía petrificada ante todo el gozo que otorgabas y que nunca tocó a mi desesperada puerta...

Si quiero mentir, lo haré mientras me dura la vida, porque fue tuya, porque yo te la di. Y ésta alma no merece las migajas que a tu parecer quieren llenar tan cautivadora mujer, no merece lo que ahora no sabes dar, lo que nunca supiste expresar y queriendo mantener mi presencia junto a tu menospreciable existencia, no hizo más que para mí, caminos que mantuvieron la distancia que puede llegar a alcanzar lo incontable; que marcó el temor que ahora penetra en los huesos, que no deja salir gota alguna por alguno de mis poros, no deja latir saludable, no deja que deje de mentir.

Si ahora miento es porque un día te conocí... si ahora lo hago es porque no queda otra razón más que dar la respuesta monótona, continua, desgarradora, que no deja al parecer, otra forma o sustento por la cual mi boca debería cambiar su parecer... ahora miento, miento porque conocí todo lo que un ser mantuvo en mentira, porque para mí ahora es lo que se marca como ley de vida... miento a la noche, al día, a mi cuarto, a mis manos, a mi misma.

No me digas que no mienta, cuando lo único que mantengo es ésta patética sonrisa.

elian